Diana es el nombre de la mujer que espera, embarazada, a Isi.
Y también hay que preparar la nueva promoción, darle forma. A veces no comprendemos el valor de saber hacer llegar las cosas. No sólo hay que hacerlas, hoy toca también usar un buen altavoz.
Hemos acorralado, a Isi. Le hemos hecho encontrarse con el celador de Maxi, violento; con Diana, firme; con el juez que encerró a Frank. Le hemos llevado al límite.
Hemos obligado a Isi a bajarse los pantalones, todo por una puta papela, y ha aprendido a tragar su quina.
Hemos encontrado la beatitud de Frank, y le hemos hecho tragar su tormenta. Los truenos sonaban tras él. Dentro de él. En la forma, nada. Sólo luz.
Hemos convertido a Maxi en un hombre. Hemos descubierto su soledad y la hemos abrazado.
Los hermanos han acabado llorando, abrazándose. Hay cosas que tocan demasiado cerca. Hay momentos en los que el actor y el personaje se difuminan.
Hemos dado voz a los ángeles y demonios de Julia. Hemos abierto su caja de pandora y la hemos obligado a luchar.
Julia ha tenido que hacerse de abogada y policía, usando su verbo y sus puños. Ha aprendido a mirarse al espejo, a enfrentarse a su violencia.
Julia ha tenido que hacerse de abogada y policía, usando su verbo y sus puños. Ha aprendido a mirarse al espejo, a enfrentarse a su violencia.
Hemos hecho que Guille la mire, la escuche. Guille ha aprendido a perder el control, a bajar a los infiernos. Y también a subir. Ha aprendido a sacar su monstruo contra ti. Y contra sí mismo.
Todo esto en el patio de mi casa, cuando llueve y cuando hace sol, cuando viene la familia y cuando estamos solos.
Todo esto en el patio de mi casa, cuando llueve y cuando hace sol, cuando viene la familia y cuando estamos solos.
Sabemos hasta donde hemos llegado. Pero también sabemos hasta donde podemos llegar. Y no queremos conformarnos. Hay mucho en JO MAI para buscar, para excavar, para volar. Y con menos que todo no nos basta.
Hay que trabajar, hay que tener el instrumento a punto. Sabemos que sólo llegaremos al centro de las cosas si estamos afinados y afilados.
Y también hay que preparar la nueva promoción, darle forma. A veces no comprendemos el valor de saber hacer llegar las cosas. No sólo hay que hacerlas, hoy toca también usar un buen altavoz.
Fuimos a Terrassa. Allí empezaremos la mini-gira antes del Lliure. Me dio impresión. No nos puede comer el espacio. Vamos con las armas bien cargadas. Esa será nuestra primera batalla. Y sólo hay una opción.
Diana también es lo que debemos hacer, lo que no podemos desenfocar en nuestra cabeza.
Hemos dado suficientes vueltas a JO MAI cómo para poder decidir, de las mil historias que la obra nos permite contar, cuál es la que verdaderamente queremos contar. Y esa es a la que apuntamos. No otra.
Lo sabemos, poco a poco, cada día más.
Tensemos el arco un poco más. Aguantemos. Con fuerza.
Queremos hacer diana.